POSTPRODUCCIÓN
PARKING
Este corto se rodó para las cuartas practicas de 1º de Grado. En este, dirigí tanto el corto como la fotografía e hice el diseño sonoro y la BSO.
El proceso de edición de audio y construcción de la banda sonora original (BSO) en mi cortometraje —una historia breve y oscura sobre un coche que devora a un hombre— ha sido fundamental para construir la atmósfera y la tensión narrativa. Inspirado claramente en Christine (1983) de John Carpenter, tanto desde su lenguaje visual como desde su paisaje sonoro, quise que el sonido tuviera un papel activo en la narrativa, no solo como acompañamiento, sino como elemento narrativo que aporta identidad al “coche fantasma”.
Desde un inicio, concebí el diseño sonoro con ámxima importancia ya que queria reforzar la amenaza sobrenatural del vehículo, y por otro, mantener una cierta ambigüedad entre lo real y lo fantástico. Para lograr esto, trabajé con capas de sonido muy contrastadas: ruidos mecánicos procesados digitalmente (como motores que respiran o chirridos metálicos con reverberación exagerada), silencios tensos, y un uso selectivo de la música diegética.Uno de los momentos más importantes del cortometraje es cuando, desde la radio del coche, comienza a sonar “Jambalaya (On the Bayou)” de Hank Williams. Esta elección no es casual: tal como Carpenter usó viejos temas de rock para dotar de personalidad nostálgica y macabra al coche en Christine, yo opté por un tema clásico, ligero y aparentemente alegre, que contrasta radicalmente con el horror de la escena.
Esta disonancia emocional entre imagen y sonido refuerza lo inquietante del momento: el coche no solo devora, también canta. La canción, que se escucha como si brotara del interior del coche, fue tratada con filtros que simulan una radio antigua.La BSO original fue compuesta en paralelo al montaje, trabajando con sintetizadores y samples analógicos para evocar ese tono ochentero propio de Carpenter.
EL TEJO
A nivel sonoro, mi objetivo fue reflejar la contención emocional del espacio hospitalario, pero sin caer en un tono plano o aséptico. El diseño sonoro fue realizado en Pro Tools, donde trabajé con especial atención al paisaje sonoro de la habitación. Estos elementos no solo contextualizan el entorno, sino que también subrayan el silencio emocional que comparten los protagonistas. La clave fue mantener una mezcla minimalista pero emocionalmente cargada, donde cada sonido aportara textura sin saturar la escena.
La BSO fue compuesta en Logic Pro, y está completamente basada en instrumentos de cuerda, inspirada en la sensibilidad musical de The Last of Us. Quise capturar esa misma vulnerabilidad a través de una guitarra solista, interpretando motivos melódicos sutiles y quebrados, mientras que una base de chelos aporta profundidad emocional, sosteniendo la progresión armónica con notas largas y resonantes. Esta combinación me permitió trabajar con un lenguaje sonoro cálido, melancólico, pero nunca manipulador. La música no dramatiza, sino que acompaña los silencios y las miradas, dejándole espacio a los personajes.Cada entrada musical fue pensada para aparecer de forma orgánica, como si emergiera del silencio, sin subrayar ni anticipar.
EL CONEJO
En este corto no hay apenas diálogos; todo el relato se apoya en el sonido y en la construcción de un espacio sensorial que refleja tanto la tensión exterior como el paisaje emocional del protagonista. La narración avanza impulsada por el diseño sonoro, que se convierte en el eje principal de la experiencia del espectador.Desde el inicio, el sonido fue concebido como una herramienta narrativa y psicológica. La estructura del cortometraje —una progresiva inmersión en el entorno natural y en la mente del cazador— exigía un trabajo minucioso de edición y mezcla. Se utilizó Logic pro como plataforma principal para el diseño sonoro, trabajando con múltiples capas de ambientes naturales, sonidos localizados y efectos diseñados específicamente para reflejar la percepción alterada del personaje.
El reto principal fue construir una atmósfera auditiva que evolucionara junto a la frustración y fijación del cazador. En cuanto a la banda sonora, aún en fase de desarrollo, se ha trabajado con una referencia clara: Henry Plainview de Jonny Greenwood, pieza perteneciente a la BSO de There Will Be Blood. Esta música, con su tensión contenida, cuerdas ásperas y ritmo dislocado, ofrece una guía emocional precisa para el tono del cortometraje. Aunque no se ha compuesto aún la versión final, el objetivo es desarrollar una música original que recoja ese mismo espíritu: cuerda frotada, texturas tensas, y una estructura más atmosférica que melódica. La relación entre sonido y música será clave en la versión definitiva.
¿QUE PASA SI TOMAS VENENO CADUCADO?
Durante la fase de montaje, el diseño sonoro se convirtió en una herramienta narrativa fundamental, ya que muchas escenas dependen más de la tensión acumulada que del diálogo. Para ello, se realizaron grabaciones de foleys en sincronía con las acciones del personaje, especialmente en la escena en la que está buscando y realizando la apuesta. Cada pulsación del teclado, cada clic, cada desplazamiento del ratón fue grabado en el estudio de musica de ESCAC y procesado cuidadosamente para intensificar el nivel de concentración, ansiedad y aislamiento del personaje. Otro momento sonoro clave fue el tratamiento de la vibración del móvil: un recurso mínimo, pero altamente simbólico. El sonido de las llamadas interrumpidas, las vibraciones cortas y reiteradas, se utilizaron para representar la presión externa y la amenaza que se avecina.
En la escena final, tras la llamada a su madre —un gesto que subraya la desesperación absoluta del personaje—, los mafiosos se marchan y lo dejan solo. El sonido de la lluvia, que ha estado constante desde el principio, comienza a dominar el espacio, junto con el de las goteras intermitente del agua desde el techo. De pronto, ese silencio emocional se rompe con un giro inesperado: voces lejanas de celebración comienzan a escucharse desde las ventanas, en los pisos vecinos, en la calle. Se trabajó con la búsqueda por internet de diferentes tipos de celebración (gente gritando, cánticos, aplausos, bocinas) con distintos niveles de reverberación para simular la profundidad espacial. Poco después, entran los sonidos de mensajes recibidos, y la revelación: Lamine Yamal ha marcado. La reacción sonora de la calle contrasta brutalmente con el estado interno del protagonista, generando un clímax ambivalente.
En cuanto a la banda sonora, la que aparece es una maqueta ya que todavía esta en proceso, ha estado fuertemente influenciada por el trabajo de la BSO de The Tenant, "Conspiration" de Philippe Sarde. Se ha optado por un lenguaje musical basado en cuerdas frotadas, especialmente violines en técnicas extendidas como pizzicato, trémolos nerviosos y ataques staccato. Estos recursos no se usaron de forma melódica, sino textural, buscando traducir musicalmente la tensión interna, la presión creciente y la sensación de amenaza latente.El objetivo no era subrayar emociones explícitas, sino trabajar con capas rítmicas y texturas sonoras que acompañaran el deterioro emocional del protagonista.Una decisión bastante importante que se puede percibir fue el doblaje de uno de los mafiosos. esto fue ya que al director y a bastante gente del equipo nos fallaba su tono de voz acorde con la idea que teníamos del personaje. entonces decidimos doblarlo. Aún se tiene que acabar de integrar ya que aún no he sido capaz de poder hacerlo. estamos en proceso buscar información para poder hacerlo correctamente.
HISTORIAS DEL FRENTE
En el tratamiento sonoro del corto, he tenido varios factores en cuenta, tal y como narra, vemos en la primera escena —en la que el protagonista come con desesperación—, el sonido él comiendo con rapidez y ansiedad con la que mastica, traga y respira. Cada sonido —los cubiertos, el pan rasgado, la taza golpeando ligeramente la mesa— fue sincronizado para subrayar su estado físico y mental.
El espacio principal del cortometraje es un cuartel, habitado por soldados y oficiales. Para dar vida a este entorno, construí una atmósfera coral a través del diseño sonoro. Grabamos e integramos múltiples acciones en paralelo: afeitados con navaja, vasos de hojalata golpeando la mesa, botellas que se descorchan, pelado de patatas, raspado de bayonetas y el característico clic del mantenimiento de armas. Todos estos elementos conviven en el fondo de la mezcla como capas de vida cotidiana militar, creando un ambiente denso y cargado. Aún esta en proceso de edición.
A nivel narrativo, uno de los elementos centrales es la lectura de una carta por parte del protagonista. Esta lectura está acompañada por una voz en off que se activa en cuanto el personaje empieza a leer. La mezcla entre esta voz y el bullicio del cuartel fue uno de los puntos más delicados: se decidió que el ambiente nunca desapareciera, sino que permaneciera de fondo.
Durante esta secuencia, algunos diálogos entre tenientes aparecen intercalados en el espacio, sin que interfieran con la voz en off. Se trabajó con diferentes niveles de profundidad sonora para distinguir lo que el personaje escucha con atención y lo que percibe de forma periférica, logrando un equilibrio entre lo colectivo y lo personal.
La conclusión del cortometraje está marcada por un giro sonoro potente: el sonido lejano de aviones bombarderosreales comienza a emerger en la mezcla, primero como un zumbido lejano, luego como un rugido reconocible. Este fue uno de los sonidos más trabajados del corto, construido a partir de una búsqueda sobre qué bombarderos utilizaban durante esos años, conseguir e integrar el sonido en el corto. El sonido crece progresivamente hasta silenciar cualquier otra actividad del cuartel: uno a uno, los personajes dejan de hablar, de pelar, de fumar, y levantan la vista al cielo. No hay palabras, solo el rugido de los motores como anticipo de algo que no vemos pero todos comprenden.
La elección de no incluir música en este momento fue deliberada: se buscó que el sonido puro del avión tuviera el peso narrativo final. La BSO, en este caso, está planteada de forma muy contenida, con cuerdas muy sutiles y momentos casi imperceptibles de fondo, únicamente en la lectura de la carta, para no romper el tono realista. La música aparece como una extensión emocional de la voz en off, no como un comentario externo.
EXTRAS
LES TRES TORRES
En el contexto del festival Manifesta 15, las tres torres de San Adrián se abrieron excepcionalmente al público, y aproveché la ocasión para grabar algunos planos con el objetivo de hacer una BSO que acompañase al paisaje arquitectónico y emocional del entorno. La grabación fue sin captación de sonido directo en el momento, lo que abrió la posibilidad de construir completamente el universo sonoro desde cero .El diseño sonoro fue concebido como una narrativa en dos partes: en la primera mitad, el sonido está compuesto únicamente por una banda sonora musical y después que vaya entrando el sonido dietético, teniendo un final con solamente un sonido ambiente. Este proyecto, además, tiene un componente íntimo y emocional, ya que San Adrián es mi lugar de origen. La decisión de registrar y reinterpretar este espacio partió de una necesidad personal de conservar una memoria artística del sitio, construyendo un recuerdo sensorial que uniera mi experiencia subjetiva.
ana, Bea & Montserrat

En el proyecto Ana Bea y Montserrat trabajé como técnica de sonido, participando en distintas áreas del diseño y la grabación sonora. Me encargué de la grabación y sincronización de ADR. También realicé la grabación de foleys —pasos, ropas y objetos— . Además, grabé un piano de cola y una parte de violín interpretada por mí, prestando especial atención a la expresividad musical. Todo el proceso incluyó edición y control de calidad del material grabado, con el objetivo de construir una banda sonora sólida y expresiva que reforzara la narrativa del proyecto.
EJERCICIO SONOPRO MANRESA
Este trabajo fue realizado durante un curso intensivo en SONOPRO y consistió en crear una atmósfera sonora y música original para una proyección de luces sobre la catedral de Manresa, que no contaba con sonido directo. La pieza se diseñó íntegramente en postproducción, mediante capas de texturas, drones y elementos musicales sincronizados con los ritmos visuales. El objetivo fue generar una experiencia sensorial envolvente y poética, respetando el carácter simbólico del edificio. Este ejercicio me permitió aplicar técnicas de diseño sonoro y composición en un contexto creativo y formativo.
COMPOSICIÓN DE JAZZ
Aquí tienes un resumen claro y profesional de ese texto:---En una sesión de creación personal, compuse una pieza de estilo jazz en Logic Pro a partir de una improvisación inicial. Utilicé instrumentos virtuales y grabaciones MIDI para construir una base armónica y rítmica inspirada en el jazz contemporáneo. Trabajé la dinámica, las variaciones tímbricas y la mezcla con un enfoque expresivo, integrando el lenguaje clásico del jazz con una producción digital moderna. Fue un ejercicio espontáneo orientado a explorar ideas musicales y desarrollar mi sensibilidad compositiva y técnica.